Una de las cuestiones que más preocupan a los particulares está relacionada con la limpieza y mantenimiento de los elementos de sus viviendas, comercios o espacios de trabajo. Por eso, entre los interrogantes habituales que reciben las empresas de reformas o los instaladores de estructuras de aluminio es: ¿cómo es la limpieza del aluminio?, ¿qué mantenimientos hay que hacer en este material?, ¿es duradero y se amortiza el gasto?
Es evidente que cualquier tipo de material utilizado en una obra nueva o reforma, por duro y resistente que sea, requiere de algunos cuidados y mantenimientos necesarios para que el paso del tiempo no haga mella en ellos.
En el caso de utilizar el aluminio como material para montar puertas y ventanas, la respuesta que como empresa instaladora deberás dar a tus clientes es de tranquilidad: este es uno de los mejores materiales utilizados en la actualidad para instalar en tus hogares. Se limpia fácil, apenas tiene mantenimiento y tiene una larga vida útil que hará que la inversión merezca la pena desde el primer minuto.
- Cómo se limpia el aluminio de tus puertas y ventanas
- El consejo principal: huir de productos abrasivos
- Los productos más habituales para limpiar aluminio
- Otros trucos de limpieza para las manchas más difíciles
Cómo se limpia el aluminio de tus puertas y ventanas
Una de las cuestiones relativas al mantenimiento de puertas de aluminio y ventanas de este material está relacionado con el día a día: ¿cómo se limpia el aluminio? Las empresas de reformas e instaladores que trabajan directamente con Tancàlia indican que esta es la duda más habitual.
Y es que los particulares tienen miedo de utilizar productos que puedan manchar los marcos de las ventanas, o causar desperfectos en las puertas de acceso a balcones o terrazas.
Como las puertas y ventanas de aluminio suelen dar al exterior, las acciones climáticas suelen depositar polvo e incluso barro en la parte de puertas y ventanas que dan a la calle. Y esto hace que la limpieza se haga necesaria al menos varias veces al año. Por supuesto, esto se complementa con la adecuación de las zonas interiores.
Recomendamos a nuestros colaboradores trasladar tranquilidad a los particulares: no hay que hacer nada extraordinario para que nuestras estructuras de aluminio luzcan como nuevas. Tampoco es preciso comprar productos específicos para la limpieza del aluminio. De hecho, lo que mejor suele funcionar es trabajar con productos que hay habitualmente en todas las casas del mundo.
El consejo principal: huir de productos abrasivos
Muchas personas piensan que, al tratarse de un material muy resistente y que está expuesto al exterior, es conveniente utilizar productos potentes y capaces de desincrustar cualquier mancha.
Esta es una idea equivocada y, por cierto, prácticamente el único cuidado extremo que deben llevar tus clientes cuando quieran sacar brillo a la instalación: estropajos muy duros o productos químicos de gran penetración pueden acabar por manchar definitivamente las piezas de aluminio, rallarlas o causar desperfectos permanentes.
La limpieza de las puertas y ventanas de aluminio debe ser controlada, suave y constante. Con un cuidado habitual, los clientes finales descubrirán que es muy fácil poner a punto cualquier estructura realizada con nuestro material estrella.
Los productos más habituales para limpiar aluminio
Los productos más recomendados para limpiar aluminio son los detergentes, el agua y jabón o, en los casos de mayor suciedad, una mezcla de medio litro de agua y 200 cl de amoniaco. A esto acompañaremos una esponja suave, que tomará el producto y lo aplicará sobre las superficies con movimientos ligeros y circulares.
El segundo paso será aclarar con agua y, por último, secar muy bien toda la superficie con una bayeta para que el agua no deje rastros ni surcos indeseados.
Otros trucos de limpieza para las manchas más difíciles
Si hay manchas difíciles en cualquier punto de la superficie de puertas y ventanas, lo más probable es que el jabón o incluso la mezcla de amoniaco y agua no sean suficientes. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Es una situación que tiene solución? Sin duda, hay muchas cosas que se pueden hacer para devolver las puertas y ventanas a su estado inicial.
Lo más recomendable es utilizar algún tipo de pasta de limpieza recomendada para aluminio. Es importante comprobar, al comprarla, que se puede utilizar sobre una superficie de este material sin problemas. Y seguir las instrucciones de aplicación y los tiempos de manera muy atenta para evitar problemas mayores.
También es habitual usar trucos caseros como aplicar pasta dental en casos en los que el aluminio esté muy sucio. O una mezcla de sal, harina y vinagre, una pasta que se deja actuar un cuarto de hora y elimina muchísimas de las manchas más incrustadas en el material.
Estos son los principales consejos que los montadores de estas estructuras pueden dar a sus clientes para mantener sus puertas y ventanas en perfectas condiciones. La limpieza del aluminio no es compleja ni requiere de mucho trabajo o elementos que no son habituales en el hogar. Con los propios productos de limpieza que se utilizan para muchas otras cosas, se pueden tener ventanas y puertas como si estuvieran recién instaladas.
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